Quizás, te has encontrado en la situación, o estés ahora mismo, de búsqueda de un diseñador para tu blog/web.
Esa persona en la que deberás confiar sin conocerla y que tendrá que interpretar todas tus ideas, para hacer realidad, tu preciado proyecto.
¿Cómo estar segura que es la persona correcta y que no perderé ni mi tiempo ni mi dinero?
De manera objetiva, te he querido detallar cuáles son los requisitos y cualidades que considero que necesita tener el diseñador que escojas:
Échale una buena ojeada a sus trabajos
Aunque parezca una tontería, es muy importante que te sientas identificada con su trabajo y realmente vayan con tu estilo.
Con ello, te aseguras que tendrás referencias de su experiencia real, su estilo y de todo aquel valor añadido que pueda aportar en el desarrollo de tu web.
Recomiendo poder ver al menos, alguno de sus proyectos de principio a final, o navegar por alguno de sus web/blogs para así poder interactuar con ella.
En caso contrario, difícilmente podrás juzgar el trabajo.
¿Está mi diseñador especializado en diseño blog/web?
Quizás es muy bueno diseñando revistas y logotipos o es un excelente ilustrador de cuentos pero en el fondo, no está familiarizado con el mundo digital.
Para mí es fundamental que la persona que diseñe tu web esté preparada para afrontar este tipo de proyectos, ya que no sólo tendrá que diseñar, sino que además deberá adaptar las piezas del diseño a los parámetros adecuados de la web.
¿Está aliado con un programador web?
Conozco muchos diseñadores web que no necesariamente saben cómo programar una, y no hay problema en ello.
Por eso, encontrar un buen tándem de diseñador + programador que trabajen conjuntamente, te beneficiará muchísimo ya que ambos, estarán muy al corriente de las necesidades de tu web y podrán sacarle el máximo partido, a diferencia de un programador externo.
Créeme que es un lío realizar un trabajo de estas características a tres bandas.
¿Está a la última en tendencias web?
Hace 10 años se diseñaba web en formatos muy estáticos pero actualmente- y cada vez más- hay infinidad de posibilidades para diseñar y gestionar tu web de manera muy flexible.
El mismo diseñador/programador deberá poderte aconsejar de los recursos y novedades disponibles en el mercado, para sacar el máximo partido de tu web y negocio.
Teniendo en cuenta los requisitos de tu diseñador que te acabo de contar, resumiré los aspectos más importantes a tener en cuenta antes y durante el desarrollo de tu web, es decir, cuando el diseño en papel se lleva a la realidad en formato web.
Para ello, me baso en los recurrentes casos que suelen poner en duda la credibilidad y profesionalidad entre el diseñador y el cliente:
Barato =/= Calidad =/= Gratis =/= Rapidez
Una web -y todo lo que conlleva- no deja de ser una inversión a largo plazo. Contar con un presupuesto acorde a las horas de trabajo del diseñador va a serte imprescindible.
Además como cualquier otro proyecto, independientemente del tipo y del tamaño, necesita reposar, ser meditado y estructurado.
Por lo que si alguien te asegura que puede realizarte una web en 2 días y además con muy poco presupuesto, te aconsejo que pongas en duda la calidad y resultado de ésta. Y si no, fíjate en la imagen. ¿Cómo quieres tu diseño web? Elige solo dos opciones.
Menos no es más.
Muchos clientes aprovechan aquella premisa de que en el diseño el “menos es más” en sus presupuestos y objetivos.
Sin embargo, como todo profesional e hijo de vecino, un diseñador es también un ciudadano que debe pagar sus facturas y cobrar sus honorarios en función de sus tareas realizadas, tal y como lo haría un fontanero, un arquitecto o un médico.
Los presupuestos se realizan calculando las horas de trabajo o bien por volumen del proyecto. Pero siempre, pactados por adelantado y por escrito mediante un contrato.
Una buena solución para evitar problemas a ambas partes, es establecer un sistema de pagos temporizados.
Antes, durante y después
El trabajo de una web no suele terminarse una vez diseñada, programada y subida a Internet.
Lo más habitual es que quieras realizar alguna modificación en alguno de los textos, que quieras añadir o eliminar alguna sección o solucionar algún problema puntual en tu web que pueda surgir.
Es por eso que considero muy importante saber si en el presupuesto se incluirá mantenimiento web o si existe la posibilidad de obtenerlo.
Si te hacen una web en dos días, algo raro hay. Pero si además luego no te ofrecen mantenimiento o modificaciones posteriores (un año después), ni te lo pienses.
No hay nadie que conozca mejor tu web que el desarrollador/diseñador que la hizo.
Al pan, pan y al vino, vino
Es importante mantener la profesionalidad en todo momento y no mezclar asuntos personales ni económicos en vuestra relación profesional, que durante el proyecto se puedan utilizar como excusa para no cumplir los objetivos de ambas partes.
Gracias a una buena comunicación entre diseñador y cliente, debéis dejar claras – a poder ser por escrito, mediante un contrato- los objetivos del proyecto (briefing) y un presupuesto consensuado antes de ponerse manos a la obra.
Manual de frases a evitar antes y durante un proyecto (web)
“Lo quiero bueno, bonito y barato”,
La suma de estos conceptos nunca añadirá calidad, sino que siempre la restará.
“Lo siento, no podemos no tenemos mucho presupuesto pero si podemos ofrecerte mucha visibilidad”
Promesas de este tipo, sobre todo aprovechando gente que está empezando en el mundo profesional, no benefician a ninguna de ambas partes.
“Mi vecino o mi primo me lo hace por mucho menos”
Todos conocemos a ese alguien que siempre lo haría por menos. Si es así, les invitamos a repasar los requisitos y cualidades que debe de tener un diseñador (web) que hemos comentado al principio del post.
“Te lo hago en dos días”
Sospechoso. Sobre todo por el volumen de trabajo que comporta una web.
“Ay, qué caro”
Si no sabes de qué va el tema o todo lo que incluye, es conveniente preguntar antes de juzgar el precio.
¿Te habías parado a pensar en todos estos detalles? ¿Añadirías algún otro requisito bajo tu experiencia?
